jueves, 6 de diciembre de 2012

De nuevo en Sanlúcar.

El sábado pasado estuve en Sanlúcar con unos amigos. Tuvimos la suerte de contar con las explicaciones de Regli, un guía oficial que transmite su entusiasmo y su amor por esta ciudad tan llena de historia, de patrimonio y de rincones absolutamente deliciosos.





Visitamos el barrio alto, una zona de la ciudad más íntima y tranquila que la zona baja, donde  encontramos preciosas casas de los siglos XVII y XVIII, así como patios fantásticos como el del antiguo convento de los Jesuítas, que hoy es una casa de vecinos.  
Partimos del Castillo de Santiago que fue construido por Enrique Pérez de Guzmán, II duque de Medina Sidonia, durante el último cuarto del siglo XV. Significó una de las piezas más importantes en el control del tráfico naval por el Guadalquivir. Hoy acoge un restaurante precioso, en el que comimos de maravilla.

Frente al castillo está el antiguo convento de San Diego, que actualmente es un centro de salud.


En la plaza de los Condes de Niebla se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la O, una joya de estilo mudéjar fundada en 1360 por doña Isabel de la Cerda y Guzmán, nieta de Guzmán el Bueno. Durante el Barroco se le realizaron notables transformaciones hasta llegar a su aspecto actual.
Está declarada Bien de interés cultural desde 1931 y cuenta con innumerables obras de arte en su interior.
Merece la pena visitarla con tranquilidad. Regli nos explicó todos los detalles con detenimiento y pudimos ver algunos secretos que guarda esta magnífica Iglesia Mayor de Sanlúcar.


 La entrada se hace por el patio de los Naranjos y os recomiendo subir al campanario desde donde disfrutaréis de unas vistas impresionantes sobre la ciudad y la desembocadura del Guadalquivir con el parque Doñana al otro lado del río.


Visitamos también las bodegas Barbadillo, que rodean el castillo medieval y cuyas puertas se caracterizan por un brillante color rojo.
Allí degustamos su magnífica manzanilla y descubrimos su nuevo vino espumoso Beta. Aunque de todos es conocido su vino blanco "Castillo de San Diego", me encantó uno más afrutado, llamado "Maestrante", os lo recomiendo.

Para terminar el día nos desplazamos hasta la playa de las Piletas, donde se celebran cada mes de agosto las famosas carreras de caballos, por eso es también conocida como "el hipódromo".

Allí disfrutamos de una preciosa puesta de sol con la ciudad de Chipiona al fondo y su impresionante faro que nos guiñaba intermitentemente desde su enclave.

En estos días de invierno, tenéis que ir "de mostos" a Sanlúcar, ¡os va a encantar! Más información aquí


No hay comentarios:

Publicar un comentario